El nido de los picapinos callejeros (IV). La vigilancia.


Como se puede ver en las entradas previas (El nido de los picapinos callejeros (II) y El nido de los picapinos callejeros (III)) , no era del todo raro que los dos padres llegaran casi al mismo tiempo al nido, sin embargo en los últimos días se producía la situación contraria. Tras la ceba el padre o la madre aguardaban la llegada del otro desde una rama próxima. Por entonces los pollos se asomaban casi continuamente, como si les pudiera la curiosidad además del hambre, a veces sacando casi medio cuerpo. Esto hacía que fueran vulnerables a depredadores como cernícalos o, sobre todo, urracas, siempre atentas.

Un día antes de volar
En el siguiente vídeo se pueden ver algunos relevos. Para descansar mientras vigilan parecen preferir una rama horizontal, y ante posibles amenazas se colgaban debajo de la misma.



A los que paséis por aquí en estas fechas de cambio de año aprovecho para desearos lo mejor para 2018. Gracias a todos por vuestra visita.